RedBubble

lunes, 23 de diciembre de 2019

Cuando el Cielo está lleno...

Tres almas suben al Cielo y San Pedro, que está en la puerta, les dice:

— Si no es por no entrar, pero es que aquí no cabe ni un alma... bueno, una sí.

Las tres almas se miran entre sí con cara de extrañados y dice una:

— Bueno, ¿y qué hacemos?

San Pedro les contesta:

— Yo lo que hago en estos casos es que cada alma me cuente cómo ha muerto y la que haya muerto de la forma más increíble entra.

Va la primera alma y le cuenta:

— Yo hacía tiempo me sospechaba de que mi mujer me ponía los cuernos. Un día decidí llegar antes del trabajo para pillarla "in fraganti". Incluso decidí subir los 25 pisos andando para que no me oyeran llegar. ¿Cuál fue mi sorpresa que me encontré a mi mujer en pelota picada tumbada en la alfombra, y la muy perra me dice que estaba haciendo gimnasia desnuda? Me empiezo a cabrear y a buscar al hijo de puta que se la estaba tirando. En esto que oigo como alguien está rascando en la ventana y me encuentro a un tío colgado en la cornisa. Entonces cogí un bate de béisbol y le empecé a dar de hostias hasta que se soltó y cayó. Pero el hijo puta tuvo tanta suerte que cayó encima de un toldo y rebotó a unos arbustos y se salvó. Yo, desesperado, cogí la nevera y se la tiré, con tan mala suerte que se me enredó en el pie el cable y caí detrás de la nevera.

San Pedro, flipado, le hace salir y hace pasar a la siguiente alma:

— Yo era un limpiacristales (con futuro) y un día que estaba limpiando los cristales de un piso 26 se me rompe una cuerda del andamio y caí, pero conseguí cogerme a la cornisa del piso de abajo. Así que empiezo a dar golpecitos a la ventana para ver si alguien me podía ayudar. En esto que me sale un tío con los ojos rojos de ira y me empieza a dar de hostias con un bate y a insultarme hasta que caí. Menos mal que había un toldo que me hizo rebotar a unos arbustos. Cuando abro los ojos veo como una nevera cae sobre mí con el tío detrás.

San Pedro, ya descojonado, le dice a la siguiente alma que pasara y que ya podía ser cojonuda su muerte que lo tenía difícil para entrar. El alma le dice:

— Pues que me estaba tirando a la mujer de un amigo cuando aparece este y no se me ocurre otro sitio para esconderme que la nevera...

No hay comentarios:

Publicar un comentario