Tragedias y Oportunidades
Cuando llegamos al punto de encuentro ha pasado de todo. El reverendo Domínguez esta allí y nos pone al día. Los hombres del candidato Cortés han asesinado a ambos periodistas y han puesto en fuga al resto. El funcionario, fuera de sí, ha robado una pistola en comisaría pero ha resultado herido por uno de los maderos antes de llevar a cabo su venganza. Hay un médico por allí que se parece sospechosamente al idiota del botánico que perdió el libro de Mitos y Leyendas. Me pregunto si serán hermanos o algo así. También está por ahí el ayudante del arqueólogo.
El cura sigue con la narración de los hechos y nos cuenta que de los cuerpos de los periodistas han recuperado una grabadora que inculpa al político en los asesinatos. La cámara de vídeo no ha aparecido. Hay que ir a comisaría a llevar las pruebas. Claudia ha desaparecido. Estaba aquí hace un rato mientras hablábamos de lo que pasaba y, de repente, ya no está. Bueno, nos vamos, ya aparecerá.
En comisaría hay un gran revuelo por los últimos acontecimientos. La grabadora supone un gran alivio al aclarar parte del asunto. Veo al arqueólogo estudiando un libro con sumo interés. Me acerco. Es Mitos y Leyendas de Galicia, que acaba de ser recuperado. Intento echarle un vistazo, pero no me lo permite (¡será capullo!). Curioseando, veo un jarrón Ming que tiene todo el aspecto de ser una falsificación bastante mal hecha.
Después de un rato aparece Claudia, bastante agitada. Dice que ha sido atacada por un individuo malencarado que intentó robarle. Pobrecita. El arqueólogo parece que ha terminado con el manuscrito, así que le pregunto si podría echarle un vistazo. Me lo permite (¡cuánta generosidad!). Sí, parece que es bueno y no una imitación. Lástima encontrarlo en semejantes circunstancias. Lo hojeo por encima, sin prestar mucho interés.
De pronto empieza a llegar gente a la comisaría. No conozco a casi nadie, pero me han dejado solo. Oculto el libro y me dirijo hacia el vestíbulo. Allí están algunos periodistas, alguien que parece el redactor jefe del periódico, unos investigadores privados (según deduzco de su aspecto)... No sé de qué hablan. No me importa demasiado. Intento pasar desapercibido. Salgo de comisaría...
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