Un hombre fue citado para una investigación fiscal en el Ministerio de Hacienda. Asustado, pregunto a su contable de qué manera vestir:
— Usa harapos, que piensen que eres un mendigo.
Cuando preguntó a su abogado, éste le dio exactamente el consejo contrario:
— ¡No dejes que te intimiden! Usa tu traje y corbata más caros y elegantes.
Confundido, el hombre se va a hablar con el cura de su parroquia, le cuenta de los dos consejos opuestos y le pide su opinión.
— Déjame contarte una historia. Una mujer, a punto de casarse, le pregunto a su madre qué ponerse en su noche de bodas. "Ponte una bata pesada, de franela, que te llegue al cuello", le dijo la madre; cuando preguntó a su mejor amiga, ésta le dió el consejo opuesto: "Ponte el camisón más pequeño y transparente que puedas encontrar y con un escote que te llegue hasta el ombligo."
El hombre protesta:
— ¿Pero Padre? ¿Qué tiene que ver eso con Hacienda y mis impuestos?
El cura contesta:
— No importa como te vistas, hagas lo que hagas te van a follar...
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