— La creación de la Tierra, y las criaturas que se arrastran sobre ella, tenía que ser su mayor logro... La culminación de una existencia que se remonta más allá de lo que puedes comprender. La suma de todo cuanto había aprendido, su "examen final". Y cuando todo se hubiera estabilizado, cuando estuviese seguro de que la Humanidad podía caminar sola, iba a hundirse en el dulce abrazo de la nada. Exacto, Jude. El jefe ya estaba harto de ser el Alfa. Estaba a punto para el Omega. Buscaba el descanso final y definitivo. Tú lo llamarías el "olvido", supongo.
— ¿Me estás diciendo...? ¿Dices que... Dios quiere morir?
— Más o menos, pero no puede, porque vosotros no le dejáis. No paráis de rezarle, de pedirle cosas, como hijos adultos que todavía le piden dinero a papá.
— Pero... no sólo le pedimos cosas. Celebramos su nombre... nos regocijamos y le agradecemos cuanto nos ha dado.
— Le estáis dando las gracias por lo mismo desde hace siglos. Mensaje recibido. Hora de pasar a otra cosa.
— Le alabamos en el más alto...
— JAAJAAJAAJAA.
— ¿Qué tiene tanta gracia? ¿¡Qué te hace tanta gracia!?
— ¿Crees que Él necesita que hagáis eso? ¿Qué el Creador de Todo necesita que le digan lo maravilloso que es? Es como... hormigas cantando Hosannas a un león. Él no os necesita, pero vosotros aún le necesitáis. Sois parásitos. Todos vosotros. Todas las demás especies del mundo confían en sí mismas para sobrevivir, pero vosotros todavía os agarráis a la teta del jefe buscando apoyo moral. Y el jefe se está... hartando. Así que lleva siglos repartiendo amor del duro. Enviando un desastre tras otro, un acto tras otro, con la esperanza de que dejéis de venerarle, que le dejéis en paz de una vez por todas para que pueda irse. Porque, ¿qué criaturas racionales podrían adorar a un ser que no deja de aniquilarles a miles? Pero hacéis lo mismo que una esposa que sigue con el marido que le pega, esperando que las cosas mejoren. Hace que os lluevan los desastres, y vosotros volvéis a por más. Os aferráis a la idea de un Plan Divino, y no se has ocurrido que el Plan puede ser de lo más sencillo... Quiere que os hagáis mayores. Y a vosotros... no os da la gana. Y a causa de eso, se le niega la paz definitiva que Él desea sobre todas las cosas.
— No te creo.
— Lo imaginaba.
— Si es verdad... si nosotros le retenemos aquí... ¿por qué no nos aniquila y termina de una vez?
— Porque no quiere reconocer que suspendió su examen final. Pero es capaz de hacerlo, ¿sabes? Destruir toda la vida humana para poder ganarse al fin un poco de tranquilidad. No será de la noche a la mañana... peor si no acabáis soltándole, acabará con vosotros. A ver, ¿qué crees que es el calentamiento global? ¿una carta de amor?
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