No me preguntéis cómo llegué hasta mi posición, mi baja posición, sólo sé que cuando era pequeño me prometieron buena posición a cambio de estudios. Yo cumplí, estudié todo lo que pude, incluso llegué hasta la Universidad, pero alguien no cumplió con su parte del trato y yo me quedé sin buena posición y sin futuro. Ahora vago como Hamlet entre muertos, cada noche cavo las fosas de los que serán enterrados al día siguiente, luego vuelvo a mi casa. El trabajo no está mal, hay días en que no hay que cavar ningún agujero, y siempre tengo mucho tiempo para pensar, pero estoy harto de que los niños del barrio me llamen murciélago y cosas por el estilo, no parecen comprender que es un trabajo que alguien tiene que hacer, que no todo el mundo tiene dinero para pagar una incineración. El sueldo es bueno, de eso no me puedo quejar, pero el pensar que vivo de la muerte de otras personas me hace sentirme como un ave de rapiña esperando a que caigan mis vecinos para poder mantener mi puesto de trabajo.