Después de una larga enfermedad, una mujer muere y llega a los portones del Cielo. Mientras espera por San Pedro, ella ve a través de las rejas a sus padres, amigos y todos los que habían partido antes que ella, sentados a una mesa, apreciando un banquete maravilloso.
Cuando San Pedro llega, ella le comenta:
— ¡Qué lugar tan lindo! ¿Cómo hago para entrar?
— Le voy a decir una palabra. Si usted la deletrea correctamente a la primera, entra; si se equivoca, va directa para el infierno.
— OK, ¿cuál es la palabra?
— AMOR.
Ella la deletreó correctamente y pasó por los portones. Un año después San Pedro le pidió que vigilase los portones un día. Para su sorpresa, aparece su marido.
— ¡Hola! ¡Qué sorpresa! -dice ella- ¿Cómo estás?
— ¡Ah!, pues he estado muy bien desde que falleciste. Me casé con aquella bella enfermera que te cuidó, gané la lotería y me hice millonario. Vendí la casa donde vivíamos y compré una mansión. Viajé con mi esposa por todo el mundo. Precisamente estábamos de vacaciones cuando decidí ir a esquiar, me caí... el esquí me cayó en la cabeza y aquí estoy. ¿Cómo hago para entrar?
— Voy a decirte una palabra. Si la deletreas correctamente a la primera puedes entrar; si no, vas directo al infierno.
— OK, ¿cuál es la palabra?
— SCHWARZENEGGER.