Craso: ¿Robas, Antonino?
Antonino: No, maestro.
Craso: ¿Mientes?
Antonino: No, si puedo evitarlo.
Craso: ¿Has deshonrado alguna vez a los dioses?
Antonino: No, maestro.
Craso: ¿Te reprimes de todo vicio para respetar las virtudes morales?
Antonino: Sí, maestro.
Craso: ¿Comes ostras?
Antonino: Cuando las tengo, maestro.
Craso: ¿Comes caracoles?
Antonino: No, maestro.
Craso: ¿Consideras moral comer ostras e inmoral el comer caracoles?
Antonino: No, maestro. Claro que no.
Craso: Cuestión de gustos, ¿no?
Antonino: Sí, maestro.
Craso: Y el gusto no es lo mismo que el apetito, y por tanto no se trata de una cuestión de moralidad, ¿no es así?
Antonino: Podría verse de esa manera, maestro.
Craso: Es suficiente. Mi toga, Antonino... Mi gusto incluye... tanto los caracoles como las ostras.
Espartaco (1960), de Stanley Kubrik
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