"(...) hace mucho tiempo que te lo digo, pero tú no querías escucharme. Cada vez que tú me decías: 'Muchacho, haz esto', te parecía que yo te contestaba: 'Como desees', pero era porque no me oías bien. 'Te quiero' era lo que en realidad te decía, pero tú nunca me escuchaste, jamás."
Westley, La Princesa Prometida, de William Goldman
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